Sistema Educativo de Costa Rica


Históricamente, Costa Rica ha otorgado gran importancia al desarrollo y fortaleza del sistema educativo nacional. La educación en Costa Rica es gratuita y obligatoria desde 1870 y en la actualidad el país cuenta con una de las mejores tasas de alfabetización del mundo con un 96.1% de personas mayores de 15 años capaces de leer y escribir.

Según el Informe del Foro Económico Mundial en Competitividad Global 2011-2012, el sistema educativo costarricense ocupa el puesto número 23 en el mundo, el más alto en América Latina.

La educación en Costa Rica se divide en cuatro niveles: preescolar, primaria, secundaria y superior.En el país hay más de 9,300 centros educativos, de los cuales 200 son privados y bilingües, siendo los idiomas predominantes el inglés, francés y alemán. Estas instituciones ofrecen además programas de reconocimiento mundial como el “Advanced Placement” y el “International Baccalareate”.

En Costa Rica hay asimismo más de 50 universidades, siendo las públicas las más reconocidas por su excelencia y la buena reputación de los profesionales que de ellas se han graduado. Dentro de las universidades públicas de más prestigio están: la Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional, el Instituto Tecnológico y la Universidad

Es necesario comprender que el modelo educativo costarricense ha sido considerado como un sistema vanguardista con respecto al resto de Centroamérica. Primero, Costa Rica es uno de los países de la zona con un mayor presupuesto destinado a la educación. Es el país con el menor grado de analfabetismo y cuenta con los grupos con menor número de estudiantes por docente (CCEC, 2007). Esto da claras muestras de cómo el modelo costarricense da un panorama de lo que se puede ver y replicar en el resto de la región.

Muchos de los sistemas educativos centroamericanos han tenido que enfrentar grandes crisis políticas, económicas y sociales. Un pasado de tremenda convulsión armada entre diferentes actores sociales influyó en que también los sistemas educativos se vieran afectados. Se suman además las grandes dificultades que tienen los Estados que se encuentran limitados en términos económicos para poder brindar servicios de cobertura nacional y libre acceso.

Los docentes también enfrentan problemas de bajos salarios y un desprestigio a su labor profesional. Además, su labor docente ha sido limitada, por los enfoques de educación bancaria al servicio mercantil, a ser unos simples facilitadores de recursos o procesos, sin capacidad de incidir en la formación educativa en términos investigativos y de generación de razonamientos. Sin embargo, es necesario un educador que logre incidir de forma diferente al igual que lo plantean Nayive y León (2005) en el artículo Perspectiva Crítica de Paulo Freire y su Contribución a la Teoría del Currículo, “los educadores deben comprender el papel que asume la escuela al unir el conocimiento con el poder, para aprovechar ese rol en el desarrollo de ciudadanos críticos y activos” (p. 164). 

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